La web presenta una estructura de contenido en movimiento y una navegación ligera. El contenido fotográfico y audiovisual destaca gracias al uso de máscaras dinámicas sobre las imágenes, en forma de arco simulan las formas orgánicas y curvas propias de las construcciones ibicencas. Cuando el usuario desplaza el ratón a través de la web estas microinteracciones producen una respuesta visual que genera una retroalimentación y diálogo constante con el internauta, con el consecuente aumento de la tasa de permanencia. Transformamos la navegación en una experiencia sensorial, donde jugamos con la profundidad de campo, dando como resultado una navegación más dinámica, atractiva y satisfactoria. Este recurso activo nos permite integrar y fusionar los contenidos visuales con el texto en armonía.

El uso de los colores corporativos aplicados en los diferentes módulos, alternando el blanco con colores más vibrantes junto a otras tonalidades más oscuras, tiene la intención de dirigir la mirada del usuario hacia los elementos más importantes e invitar a la acción. Igualmente introducimos en los titulares un recurso flexible que permite incrustar en ellos símbolos gráficos que forman parte de la identidad. Triángulos, asteriscos… pueden introducirse en los encabezados mostrándose de forma dinámica o estática captando la atención del internauta.

Conscientes de que hoy en día toda web tiene que ser responsive, dada la altísima tasa de navegación web a través del móvil, el diseño se adapta a la perfección a los diferentes smartphones, tablets y dispositivos garantizando el acceso a todo el contenido. Sin renunciar a los elementos diferenciadores de la web los adaptamos para la correcta visualización en todos los tipos de monitores.

Un proyecto web del que nos sentimos orgullosos tanto por el resultado final como por la complejidad de trasladar una marca ya creada y en fase de activación al entorno digital, haciéndolo tan nuestro y propio como cada una de las marcas nacidas en Mandarina Brand Society.