Diagnóstico, reto y objetivos
En sus tres primeros años de vida Hotelbreak se había centrado en hacerse fuerte en la relación con su cliente B2B, los hoteleros proveedores de los espacios que comercializan y los inversores que les habían apoyado durante esta fase inicial. En ese sentido era una marca sólida y bien trabajada.
Sin embargo, en plena fase de crecimiento y expansión internacional, surge la necesidad de generar y fortalecer la relación con el cliente final, una relación que hasta el momento había sido con un enfoque táctico y de performance. En esta nueva fase, la marca necesita transmitir en mayor grado y con mayor claridad su esencia, impulsar una identidad propia y una definición global estructurada y cohesionada, que pueda entenderse en distintos mercados y que, más allá del producto y del servicio, nos ayude a identificarla, a diferenciarla y a aportar relevancia en relación a sus competidores internacionales. Debe ser capaz de enfocarse en el cliente final (b2c) para hacer crecer su masa crítica de penetración en los nuevos mercados a los que accede, multiplicando así el valor de la empresa de cara a los inversores, y todo ello sin dejar de lado al sector hotelero (b2b) e inversores.
Una propuesta de valor que además vertebrará y unificará el discurso comercial para el equipo de ventas y marketing, discurso que hasta el momento no estaba definido de forma unívoca.
Desde Mandarina Brand Society analizamos las características de Hotelbreak, el mercado y las tendencias, a fin de encontrar un hilo conductor que nos ayudará a definir una marca única, sólida y clara, relevante y creíble, descubrir por qué existe Hotelbreak, qué hace y cómo lo hace.
En la mayoría de los players detectamos propuestas de valor dirigidas hacia un “consumidor de productos de ocio”, colecciones de ofertas poco atractivas y apabullantes por la elevada cantidad de referencias que incluso llegaban a saturar y generar rechazo. Existía una ventana de oportunidad interesante para diferenciarse.
Decidimos enfocarnos y entender las inquietudes de su cliente principal, claramente femenino. Reservan ellas y querían verse reflejadas: madres cool, mujeres urbanas, que quieren atender y cubrir todas las facetas de su vida y destacar en ellas. Que quieren estar a la última y ser un referente de su entorno. Son usuarias fieles y generadoras de contenido para Instagram, se apuntan a la tendencia del slow-life como estilo de vida, eligen un estilo Boho chic a la hora de vestir y son amantes de las tendencias.
Por otro lado, residentes extranjeros (perfil de cliente en crecimiento en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o París) con una actitud trendy, que quieren integrarse, socializar y descubrir los rooftops, lugares cool y donde se diverten los locales.
Colectivos LGTBIQA+, nómadas digitales, o gente en viajes de negocios, con poder adquisitivo, que tienen vínculo con la ciudad y que nos parecían los más interesantes de cara a fomentar la compra recurrente del producto Hotelbreak. Dos tipos de perfiles objetivo más indulgentes, “yosumidores” que buscan el autocuidado y los caprichos cotidianos.
Your time, enjoy what matters
En ese contexto, decidimos dotar a Hotelbreak de una renovada capacidad aspiracional, ceder el protagonismo y dárselo a un/a consumidor/a que quiere tomar el control de su propio autocuidado y que se plantea las experiencias Hotelbreak como una oportunidad de paréntesis en el estrés diario. Se trata de un concepto y planteamiento único en su segmento que los convierte en singulares, diferenciándolos de la competencia al ofrecer experiencias que son una pausa en la rutina del día a día, una válvula de escape del estrés diario, un ejercicio de toma de conciencia y libertad. Una especie de empoderamiento que impulsa a tomar decisiones sobre la calidad del tiempo y cómo disfrutarlo, en soledad, en compañía, con amigos o descubriendo a nuevas personas con gustos similares. Una alternativa sanadora al `burnout’ del día a día. Una marca que entiende el ocio como una ventana a la libertad, como ese espacio en el que sentirnos libres y vivos y en el que podemos expresar nuestra verdadera naturaleza, pudiendo elegir cómo queremos disfrutarlo en cada momento.
Planteamos así la marca como una simple herramienta que posibilita ejecutar esas decisiones tomadas desde ese deseo de libertad, ofreciendo la posibilidad de socializar y descubrir los lugares cool de las ciudades en las que residen habitual o temporalmente, con quien quieras y como quieras. Cambiamos el eje desde que narramos el producto y cambiamos incluso la voz que lo narra.
Trasladamos esa misma actitud también en la categorización y segmentación de la oferta, e incentivamos la acción y la reserva directa mediante una identidad clara y una segmentación de la oferta enfocada a los deseos y estado anímico del cliente final. Así, la búsqueda en el portal se define por los impulsos y conexiones emocionales (descansar, compartir tiempo en familia, practicar deportes, autocuidado), más que por el tipo de producto.
La amiga responsable que te invita a tomar decisiones
Trabajamos su sistema visual en torno a un isotipo que condensa en un único elemento el mensaje principal de Hotelbreak: “un paréntesis en el día a día”. Un espacio de tiempo dedicado a ti solo o con quienes más disfrutas. Dejar a un lado las obligaciones y disfrutar del tiempo libre saliendo de la rutina.
La selección cromática de la identidad visual conecta claramente con la personalidad y los valores que transmite la marca.
El amarillo como color principal y el malva como secundario, aplicados con una tonalidad suave y nada extridente evocan en la mente del consumidor dinamismo, felicidad, energía y optimismo en una tonalidad dulce y en tendencia que nos habla del lado amable, de la amiga inspiradora que te aconseja y te da el último empujón a tomar esa decisión que tanto tiempo llevas posponiendo, ese “te lo mereces”.
Añadimos un verde que nos habla de frescura, de salud, de bienestar, es el punto de equilibrio entre mente y corazón que necesitamos todos.
La determinación, el optimismo, la honestidad, la sencillez y esa fortaleza y resiliencia características de una marca nacida en una de las crisis más importantes de la historia se trasladan en el tono de voz. Los copies transmiten en muy pocas palabras la esencia de la marca y el producto. Mensajes claros, que invitan a ponerse en primer lugar y pasar a la acción, apoyados sobre una tipografía moderna y desenfadada como la Tobias y el juego de los pesos en las fuentes para enfatizar palabras o frases.
Una marca extraordinaria, vital, confiable, cercana y creativa que afronta un proceso de internacionalización con la garantía de una propuesta que conecta de manera universal, que transfiere el poder a su comunidad, y que prepara su evolución para posibles conexiones futuras con plataformas de socialización, planes de amigos, etc. que harían crecer exponencialmente las posibilidades de alcance, penetración y resultados comerciales.
Porque donde hay una marca fuerte, hay un negocio fuerte.