“Un producto no es más que la constatación tangible de unos valores y de una forma de entender la actividad y la vida”
Nos acercamos a Biel Huguet, Director General al frente de la fábrica de baldosas hidráulicas y piezas de cemento Huguet Mallorca. Él es el principal responsable de haber posicionado a la empresa a nivel internacional, habiendo ganado por derecho propio un lugar relevante como aliado de arquitectos y diseñadores. Huguet es un referente dentro del mundo del diseño y la arquitectura contemporánea, manteniéndose en una constante innovación estética y técnica. Su profesionalidad, pasión, saber hacer y visión de futuro como productores de hidráulicos y terrazos han acaparado la atención de creativos de renombre como Herzog & de Meuron, Sybilla, Lievore, Pinós, Barozzi Veiga, Elías Torres, Lluís Clotet, Alfredo Häberli, David Chipperfield, Jørn Utzon o la agencia Pentagram, entre otros.
Huguet ha sabido construir una propuesta de valor diferencial sobre unos pilares y conceptos claros, generando una cultura interna y posicionando la firma como referente de innovación, diseño y excelencia en el sector. Una marca con nombre propio que ha tenido claro la necesidad de vincularse al público con el que compartía intereses e inquietudes, no pretendiendo ser una marca para todos los públicos. Ellos son la demostración de que un producto no es más que la constatación tangible de unos valores y de una forma de entender la actividad y la vida. Pura marca que despierta nuestro interés y con quien queremos profundizar en el proceso de creación, adentrándonos también en el camino de internacionalización de una marca familiar.
¿Qué es Huguet y cómo os definiríais como marca? ¿Qué es eso que os hace diferentes y singulares?
Somos una empresa que fabrica materiales de construcción con una idea de belleza y unos valores detrás: matérico, hecho a mano, único, auténtico, personalizado, que envejece bien, que tiene una historia detrás, la escala humana, la textura, la gama cromática. Intentamos crear complicidades a partir de esa idea de belleza y de esos valores aportando muy humildemente lo que tenemos, que es un oficio desarrollado con cariño por la arquitectura, el diseño, una forma de entender el mundo y la vida.
“Nos interesan unos valores, una idea de belleza y la apertura a aquellas personas que entienden el mundo en el mismo sentido que nosotros”
Al pensar en vosotros vemos reflejada la creatividad y el cuestionamiento de los límites entre artesano industrializado y artista. Nos llama mucho la atención cómo lo entendéis y trabajáis vosotros. ¿En qué medida os ha servido y habéis generado internamente esa cultura para traspasar la línea haciendo de la innovación la palanca que integre estas dos visiones?
Somos una empresa singular, en el sentido de que lo que nos define como empresa es la innovación. Somos inquietos y con un vivo interés por muchos y diversos temas, con un deseo constante de ir más allá, de evolucionar.
Evolucionar e innovar es necesario por múltiples razones. La innovación es inherente a la empresa e inherente a mí personalmente, que he estado al frente del negocio los últimos años. Nosotros no “hacemos baldosas”, no somos puramente empresarios en un sentido estricto. Nos interesan unos valores, una idea de belleza y la apertura a aquellas personas que entienden el mundo en el mismo sentido que nosotros, con los que hay una complicidad natural.
A su vez, tenemos una singularidad muy honesta que es nuestra mallorquinidad y mediterraneidad, siendo esta esencia nuestra contribución al mundo. Cada uno aporta lo que tiene y nosotros al ser muy de aquí, aportamos eso a las marcas y personas que lo aprecian. Esto conecta con gente de Nueva York o de Seúl a las que les gusta este concepto.
También aportamos oficio: nos gusta fabricar y sabemos hacerlo. Esto que es algo que al principio debería ser muy sencillo y banal, pero que en el mundo occidental no lo es porque se han perdido los oficios, la arquitectura y estos valores. La producción es estándar en un contexto muy industrializado, así que algo tan sencillo como tener oficio nos permite ir más allá. Esta singularidad nos permite generar sinergias y afinidades con la gente que valora lo mismo que nosotros en todo el mundo, a partir de nuestra realidad que es que somos una pequeña fábrica en un pueblo de Mallorca.
"Somos abiertos e inicialmente damos total espacio a la creatividad a nuestros colaboradores, intentando hacer viable su idea"
¿Cómo es el proceso de colaboración con los artistas externos? ¿Cómo lo entendéis?
Colaboramos con mayor o menor intensidad en función de la afinidad. Por capacidad para gestionarlo, este proceso no está abierto a todo el mundo, por lo que priorizamos a las personas con las que nos une una mayor afinidad.
En cuanto al proceso de creación, nosotros en principio, cuando nos proponen una pieza decimos que sí, luego si surgen ciertas limitaciones ya vemos cómo lo resolvemos. Somos abiertos e inicialmente damos total espacio a la creatividad a nuestros colaboradores, intentando hacer viable su idea y si no buscando un punto medio. Tenemos una actitud receptiva y positiva hacia sus ideas.
Yo me reúno con arquitectos y les explico lo que hacemos y el proceso en detalle, con el objetivo de que al llegar a su estudio eso les sirva de inspiración y, a partir de aquí, pueda salir algo realmente especial.
"En Huguet no vendemos una baldosa sino una historia"
La artesanía es un modelo de producción personalizado y manual que rompe con la inmediatez, obsolescencia y caducidad actual. Nos gustaría saber si consideras que la producción de Huguet cuestiona ese modelo de consumo voraz en pro de la durabilidad, calidad y sensibilidad. Vuestras piezas son eternas.
Frente a la globalización, estandarización y despersonalización de la producción, para mí los valores que mencionaba anteriormente, son un tema de escala humana. El trabajo que tiene una mano detrás frente a este modelo tan extendido, es en sí una forma de entender esta mediterraneidad, elaborando un producto que envejece bien.
Y es esto lo que ha despertado el interés, por ejemplo, de Pentagram, que teniendo acceso a lo que quieran, se pusieron en contacto de forma altruista para colaborar con nosotros, sintiéndose atraídos por unos valores compartidos que nos unen. Fue nuestro discurso de autenticidad lo que les empujó a solicitar una colaboración con nosotros. En Huguet no vendemos una baldosa sino una historia. Estos valores son necesarios. Y a su vez el reclamo, los colaboradores se sienten atraídos por asociarse con nuestro discurso de autenticidad.
Nuestro portfolio se ha construido con muchos colaboradores con los que compartimos valores, unos más conocidos y otros más anónimos, todos ellos importantes para construir nuestro discurso de marca extendida hoy a lo largo de todo el mundo. Sin que suene pretencioso, no es que nosotros hayamos buscado estas colaboraciones sino que han fluido de forma natural y despertado el interés de creativos que encajan con estos mismos valores.
Aquí antes había muchas pequeñas fábricas y productores que han ido desapareciendo dejando lugar sólo a grandes superficies. Nosotros nos lo pasamos bien haciendo lo que hacemos y desde Huguet queremos impulsar este modelo de producción.
"Somos muy mallorquines pero también muy del mundo"
¿Estamos convirtiendo esos valores e identidad en una burbuja alrededor del mundo del lujo y convirtiendo eso que es de todos en algo exclusivo solo para unos pocos?
Es complicado, porque hay muchos matices. Yo siempre digo que nosotros somos elitistas culturalmente, no económicamente. Hay personas que valoran nuestro producto y otras que priorizan un plástico o piezas más despersonalizadas, no entienden nuestro trabajo. Por eso digo que somos elitistas culturalmente. Aunque es evidente que hay un discurso económico muy importante detrás, ya que todo está muy condicionado por el dinero. Por lo tanto, todo lo que es manual no es económico, puede no ser caro pero no es barato. De ahí la necesidad de buscar y encontrar fórmulas para llegar a la gente que a nosotros intelectualmente nos interesa, intentando no ser elitistas en el sentido de crear un producto de y para ricos.
Nosotros intentamos ser eficientes, buscamos fórmulas para serlo. Evidentemente en clave de ceñirnos a un territorio estrictamente mallorquín esto no es suficiente, lo que nos lleva y empuja a salir a Europa. En Huguet somos muy mallorquines pero también muy del mundo. Aquí no tenemos suficiente masa crítica que pueda consumir nuestro producto.
De ahí que, lo último que hemos hecho ha sido ampliar una fábrica en Marruecos en búsqueda de mano de obra que aquí escasea, hemos recurrido a marroquíes afincados aquí, empleados y colaboradores nuestros que nos facilitan producir en sus pueblos pudiendo ofrecer más producto a un precio más accesible para un perfil económicamente menos elevado. Resolvemos así una realidad y un problema. Para seguir innovando necesitamos vender y si la gente de aquí no lo puede asumir buscamos fórmulas mixtas que nos permitan llegar a las personas que aprecian y valoran nuestro producto. Es un tema complejo, con muchos matices, que requiere una reflexión importante.
"Lo único que puedes vender es lo que realmente eres, algo sólido"
Si bien en parte has ido respondiendo a la pregunta a lo largo de la entrevista, nos gustaría profundizar sobre cómo habéis empujado la expansión internacional y la entrada en nuevos mercados.
Hay un tema que te comentaba antes y es el tema de la autenticidad. En este sentido veo un poco una fachada o actitud postiza respecto a la artesanía. Se puede crear y modelar una marca pero no hay storytelling que valga sin un buen producto. Lo puedes comunicar mejor o peor, pero lo único que puedes vender es lo que realmente eres, algo sólido.
Dentro del mundo de la artesanía y del producto local, también hay que ser profesional y ambicioso, en el sentido de que no basta con tener un producto centenario. Nosotros queremos seguir contribuyendo. La generación actual de Huguet tiene la gran suerte de contar con un legado, pero por otro parte sumamos una formación más elevada que la que tenían nuestros antecesores y la posibilidad de estar abiertos al mundo con mayor facilidad, y esto es algo que también tenemos que aprovechar.
Respondiendo a tu pregunta yo siempre hablo de 3 etapas en la historia reciente de Huguet: recuperar la tradición; ponerla al día tanto a nivel estético como técnico; y por último, abrirla al mundo, compartiéndola y enriqueciéndola.
Hemos evitado vivir de rentas del pasado y propiciado alejarnos del conformismo, con una ambición sana. Queremos hacer las mejores baldosas y mesas del mundo. Como objetivo queremos hacer un producto interesante, de valor, o como mínimo intentarlo. Creo que hay que ser ambicioso y si tenemos este legado centenario es más fácil que partir de cero e inventar algo. Aún así, para trabajar al nivel de Pentagram y otros colaboradores, hay que tener vocación y ambición, no solo el legado, ya que te exigen profesionalidad y seriedad.
¿Dónde os veis en 10 años?
Es un tema del que hablo mucho, empecé en el 95-96. Volví de estudiar arquitectura técnica en Londres y mi idea era hacer arquitectura tradicional para un mercado local. A base de muchos inputs esta visión inicial me ha llevado a hacer arquitectura contemporánea para un mercado global.
Hemos hecho mucho más de lo que me imaginaba al volver a Mallorca, así que en los 20 años de trabajo que me quedan no sé qué pasará. Lo que sí sé es que la arquitectura y el diseño seguirán evolucionando y yendo más allá, y para ello necesitaran a artesanos industrializados como nosotros, con oficio y capacidad de ayudar.
Nosotros nos mantendremos atentos y pendientes a seguir investigando materiales e incorporar nuevos productos a nuestro catálogo. Lo que sí sé es que la élite intelectual con la que conectamos seguirá evolucionando e innovando, defendiendo los mismos valores que defendemos y que seguiremos siendo necesarios.
Muy personal
Un lugar del mundo para perderse. La Toscana, Australia o Japón.
Un/a escritor /artista/músico…Tarantino y Radiohead, me cuesta encontrar una única persona pero me interesan sus universos visuales y musicales.
Su comida o bebida favorita. Cocas de crema.
El mejor momento del día. Disfruto mucho de todo, de lo que hago, así que depende del momento. Todo es uno, trabajo, fábrica, familia, Mallorca, para mí todo está unido, forma parte de mi vida. Cualquier momento es bueno, estoy satisfecho.
Alguien a quien admire. Me gusta mucha gente, pero no soy mitómano.
huguetmallorca.com
Fotografía: Juan Gavilán