La estrategia: Where nature & souls connect
El proyecto nace desde un profundo respeto a sus raíces, a su historia, la abraza haciendo de ella su motor de evolución. Su amor por la tierra, por la naturaleza, les invita a entender el desarrollo de su actividad desde el respeto a la misma, enmarcándola así en el campo del disfrute consciente, en equilibrio con el entorno natural y social que les rodea.
En este nicho, detectamos rápidamente el enorme potencial de Amalurra gracias a sus atributos. Cuentan con un albergue y un pequeño hotel, varios apartamentos, cabañas, wellness center, 6 salas para eventos MICE, restaurante, cafetería y multitud de espacios al aire libre que tanto por el volumen y diversidad, le permitían abrirse a nuevos mercados y dar respuesta a diferentes necesidades poco cubiertas en el territorio nacional.
Nos referimos a la tendencia en alza de un modelo de viajero el Mindful Travel, un turismo transformador que busca experiencias turísticas que faciliten el equilibrio entre el bienestar físico, la salud emocional y la paz espiritual de los viajeros a través del entorno y los espacios comunes que ofrece el alojamiento. En el caso de Amalurra, las características de los diferentes espacios nos permitían ofrecer una experiencia integral y alcanzar a distintos tipos de cliente: familias, grupos, parejas, coaches, formadores … y a su vez a los grupos y eventos MICE, fomentando la desestacionalización y la ocupación en días laborables.
Desde Mandarina Brand Society resumimos su propuesta con el tagline “Where nature & souls connect” que transmite los insights más relevantes de un proyecto entendido como epicentro de conexión con uno mismo, la comunidad y el entorno.
Así Amalurra se posiciona como uno de los Eco Resorts de cabecera tanto para el desarrollo personal y la espiritualidad, como para las actividades grupales, viajes de incentivos y encuentros profesionales. Un lugar que conecta a los seres humanos con la naturaleza, acompañando su transformación personal, donde se pone a disposición de sus invitados un lugar auténtico, especial e instalaciones adecuadas para fomentar el cambio, la evolución, la conexión con otros seres humanos
y con la energía atávica y poderosa de la naturaleza. Un lugar que fomenta el human
flourishing en los entornos colaborativos y empresas. Un lugar de encuentro, de renovación y de alegría, un lugar de paz, un lugar de conexión.
Se trata de un posicionamiento diferencial al abrigo de un nuevo modelo turístico más sostenible, regenerativo y humano: un ejemplo de cómo la actividad turística no está reñida con aspectos importantísimos en ese nuevo contexto social y económico que nos rodea, y de cómo es preciso integrarlos en su operativa en un modelo de convivencia que además aporta autenticidad. Amalurra apuesta por regenerar una tierra, recuperando terrenos y bosques y revitalizando la actividad económica tradicional de la zona (pastores, artesanos, productores) desde el respeto a la tradición, ofreciendo su integración en la experiencia de estancia. Visibiliza una cultura, la euskaldun, dinamiza un entorno y lo transforma en una propuesta de ocio consciente, sostenible e inclusiva que nos invita a reconectar.
Pero además Amalurra es un proyecto conjugado en femenino plural: liderado por mujeres y que apuesta por la diversidad
en una industria donde las mujeres directivas no superan el 25%. Un proyecto que apuesta por generar un sistema colaborativo donde cada miembro y proveedor participa en la creación de la experiencia y se beneficia de la misma sin renunciar a su esencia.
Una identidad consciente y conectada con su propósito
Las reflexiones y conclusiones extraídas del análisis estratégico de Amalurra se tenían que ver representados tanto en el diseño como en su tono verbal como rasgos de expresión. Su autenticidad, vitalidad, espiritualidad y equilibrio se traducen en una personalidad empoderadora, natural, abierta, conectada y consciente. Una marca sencilla, genuina, con una cierta pureza de fondo en todo lo que hace.
Trabajamos sobre una identidad que expresara la conexión emocional entre individuos y naturaleza, las raíces con la tierra, una marca equilibrada y serena que transmitiera a su vez dinamismo y positividad. Para ello aplicamos texturas, volúmenes y una paleta de colores natural donde prima el verde y los colores de la tierra, auténtica y sin muchos accesorios. Una imagen que conecta con las raíces, con el yo interior y con los demás.
La verticalidad de su símbolo, una “A” pero también una flecha que apunta hacia arriba, un camino ascendente que nos eleva y que une mente, cielo y tierra reflejando el sentido de conexión y transformación. Las formas redondeadas y orgánicas transmiten de forma efectiva y con sencillez la esencia y alma de Amalurra.
Diseño y desarrollo web
Estas mismas formas orgánicas y redondeadas las trasladamos a la web mediante el uso de máscaras que contornean los vídeos e imágenes, consiguiendo así una continuidad de marca en todas las aplicaciones y plasmar sus elementos más identificativos.
Los materiales audiovisuales y fotográficos creados para Amalurra van en sintonía con la propia marca, transmitiendo y recogiendo la experiencia Amalurra de forma serena. Evocándonos desde nuestro móvil, tablet o ordenador las sensaciones y el aire que se respira en el Eco-resort, siendo capaces de transportarnos e imbuirnos en el universo propio del espacio y entorno a través de la imagen.
Un proyecto que hemos disfrutado de principio a fin y que conecta con nuestra idea de que se puede reformular el modelo turístico solo desde el respeto al entorno, al propio turista y al contexto social y económico.