Perfiles personales, páginas antiguas y páginas duplicadas
A continuación, y antes de lanzarnos a crear una fantástica nueva página de Facebook, es importante saber cómo estamos y con qué contamos, para no desperdiciar ninguna oportunidad. Revisar si existe un perfil personal erróneamente utilizado como empresa, si alguien ya creo esa página o si existen varias páginas duplicadas.
En el caso de que la empresa tenga un perfil personal (es una mala práctica aunque muy frecuente), se debe valorar si cuenta con seguidores de valor, es decir, personas que realmente están interesadas en la empresa/producto, o si por el contrario son amigos o conocidos que decidieron seguir el perfil por amistad. Sólo en el primer caso, vale la pena migrar el perfil personal a página, y automáticamente todos los “amigos” se convertirán en “fans”.
Por otra parte, puede ocurrir que la empresa ya cuente con alguna página creada que no se esté utilizando. Si es así, igualmente se deberá valorar la calidad y cantidad de los seguidores que pueda tener, y sólo en el caso de que estos sean de calidad implementar una estrategia de Facebook efectiva sobre esa página. Si no, borrón y cuenta nueva. Eliminamos la página y creamos una de cero.
Pero también la empresa puede haber decidido crear varias páginas redundantes (por bloquear nombres de usuario, etc.). En ese caso, y siempre teniendo en cuenta que la comunidad creada sea de calidad, se puede optar por fusionar páginas duplicadas. En ese caso, las comunidades se unificarán. No olvides eliminar las páginas que no vayas a utilizar para evitar que la comunidad se disperse.
Campañas de captación fans
Pero si no contamos con ninguna comunidad y realmente tenemos que partir desde cero, la mejor opción que puedo recomendar es lanzar una campaña de captación de fans, con su correspondiente inversión económica.
NOTA: puede no hacerse una campaña de captación de fans, y aprovechar otras herramientas gratuitas a nuestro alcance (de las que hablaré más adelante), pero en ese caso debemos ser conscientes de que la comunidad crecerá lentamente.
Invertir en Facebook es una práctica muy frecuente, y un tipo de publicidad que por el coste que supone da muy buenos resultados. Siempre y cuando se haga bien, claro.
Para ello, es fundamental conocer bien a nuestro público objetivo, es decir, saber quiénes son esas personas a las que les interesa lo que hacemos o lo que vendemos. Todas las buenas estrategias de marketing en Facebook parten de este punto, y es importante perder el tiempo que haga falta en hacer una radiografía del público, saber quiénes son, qué edades tienen, dónde están, y cuáles son sus intereses.
Una vez tenemos claro este punto, es el momento de crear la campaña poniendo mucha atención a la configuración del público. Debemos intentar incluir de la forma más clara posible todos aquellos aspectos que hemos determinado en nuestra radiografía previa.
Si hemos definidos varios públicos, tendremos que definir segmentos diferentes y optimizar la campaña (contenido y gráfica) a los gustos de cada uno. Básicamente, debemos ser capaces de saber mostrar a cada uno lo que quiere ver y cómo lo quiere ver, sólo así conseguiremos que reaccionen.