Juan Gavilán, Gavi, es nuestro director de arte y fue el encargado de preparar el segundo taller de la temporada. Lo mantuvo en estricto secreto durante algunas semanas pero finalmente lo supimos: nos íbamos a Bendinat… ¡a jugar a golf!

Javier Garau es profesor de golf y un buen amigo de Gavi, y se ofreció para darnos algunos consejos y enseñarnos los movimientos básicos para aprender este deporte. Salimos rumbo al Real Golf Bendinat; algunos con look golfista, otros no tanto.

Al llegar conocimos a Javi, nuestro profe, un tío muy majo y con mucha paciencia. La primera parte de la clase se desarrolló en el campo de prácticas, es decir, esa zona de los campos de golf donde alquilas un cubo de pelotas y prácticas el tiro. Allí aprendimos mucho, desde conducir un caddy al código de vestimenta (que no todos cumplíamos) o que muchos factores influyen a la hora de elegir el palo, como el sexo, la altura o si eres diestro o zurdo. Aprendimos el agarre básico y a hacer un swing. Y luego practicamos y practicamos y practicamos hasta acabarnos el cubo de pelotas que nos habían dado a cada uno.

Algo muy interesante que aprendimos es que para usar el campo de prácticas de Bendinat no hace falta ser socio ni pagar entrada. Basta con ir al campo y pagar el alquiler de un cubo con 30 pelotas (que si no recuerdo mal eran 3 euros).

Después de aprender el swing, cambiamos de escenario y nos fuimos al putting green, es decir, esa zona de los campos de golf donde practicas el tiro al hoyo. Allí descubrimos que las pendientes y lo alta y baja que esté la hierba son fundamentales a la hora de colar la pelotita en el hoyo. Aquí cambiamos de palo, aprendimos la técnica y el profe montó una pequeña competición para ver quién hacía más hoyos en menos golpes. Y nos picamos, y evidentemente ganó Javier, aunque seguido muy cerca por Gavi y Miguel Ángel.

Y eso fue todo, fin de la clase. Pero antes de irnos y como ya se acercaba la hora de la comida aprovechamos para hacer un vermut en el club. Seguimos comentando la jugada, algunos ya hacían planes de volver a seguir entrenando su swing y otros comentaban que mejor el mini golf. Pero fuera como fuera, fue una mañana divertida.